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"La historia está presente y nos rodea en todas las horas, porque no es otra cosa que la vida” Arturo Uslar Pietri

domingo, 1 de julio de 2018

CRÓNICAS GUANARITEÑAS: RAFAEL VICENTE SOLÓRZANO MORENO “EL KORNE”

RAFAEL VICENTE SOLÓRZANO MORENO “EL KORNE”

Estoy seguro de que muchos guanariteños no lo recuerdan, pero sí los de la generación de los 70. Lo conocimos a principios de la mencionada década en Guanarito, por supuesto. Él y su familia, oriundos de Arismendi-Barinas, se habían residenciado en nuestro pueblo. La memoria no me da para recordar los nombres de su mamá y de su abuela, una viejecita cariñosa y laboriosa de la cocina, expendía comida criolla, muy suculenta, oficio que heredó la hija para levantar una prole numerosa. Del resto de sus familiares, recuerdo a su padre don Gabino Solórzano (creo que apureño), de color moreno y calvo, con cierto parecido a su hijo, por lo cual los amigos más cercanos llamaban “GABINITO” a Rafael Vicente, y de repente le mamaban gallo de manera maliciosa: ¡Gabino a las ñemas no le echa sal!... y “El Korne” se sonreía. También recuerdo a un tío materno, creo que menor que el sobrino, a quien llamábamos “Maití”, y le faltaban los cuatro diente superiores o “el tren delantero” -como decimos en mi pueblo-. Una vez, bañándose en el río, “Maití” botó la dentadura postiza, y Antonio Loyo, en una reunión de jodedera que teníamos en la plaza le pregunta: -¿Y el puente? , y el chico le responde: -¡lo boté en el río! Y le responde Loyo, con sarcasmo: -“No chico. Yo pregunto por el “Puente Maraca” que si ya lo 
volvieron a poner”. El otro tío materno es el mecánico dental Emilio Acevedo (hombre de muchas historias anecdóticas) que merece una crónica aparte, nada más por su manera peculiar de conversar, entre el recato y las palabras escatológicas.

Nació en 1956, estudió primaria en Arismendi y el bachillerato en el liceo Arturo Celestino Álvarez del cual fuimos fundadores. En esa institución, unido a mi pandilla, emprendimos, naturalmente, luchas de protesta y actividades culturales; entre ellas el montaje de “La Leyenda de El Silbón” y él encarnaba el papel de “El llanero invitador” que dice: “Nos vemos en el baile esta noche, catira, al comenzá el joropo”. Por cierto, Muchas representaciones hicimos ese grupo de novatos aficionados. Allí estaban también: Rómulo Colmenares (El Silbón); Juan Mujica Tovar como “Juan Hilario”, Álida Vargas como” La catira”, Ligia García, Aída Vargas y Bertha García (Las muchachas del caney); Alberto Pérez Gómez y Juan Molina (los músicos que regresan del baile de Quebrá Seca); y los fallecidos pedro Jesús García (El visitante) y Nelson Parra como “José Juan”, dirección y narración de quien escribe. Recuerdo que en 1974 nos presentamos en un evento folklórico en el Anfiteatro Oscar Martínez de Barquisimeto; y en Bailadores estado Mérida.
¿POR QUÉ EL KORNE?
En realidad desconozco, primero, si es con K o con C. Él solía identificarse con ese pseudónimo y lo escribía con K. Una vez le pregunté ¿qué vaina era esa? Y me dijo que era el nombre que se le daba a un tipo de gallo experto en riñas (que me lo aclaren los galleros). Todo comenzó una vez que apareció un letrero en el sanitario del liceo. Se notaba claramente que quien escribió el letrero estuvo sentado en la poceta. “AQUÍ CAGÓ EL KORNE”, y todos comenzamos a preguntarnos ¿quién coño sería El Korne? Hasta que un día en que el profesor de Historia Universal, el merideño Luis Emiro Molina estaba entregando unas pruebas parciales y preguntó quién era el fulano Korne. A nuestro amigo no le quedó otra opción que levantarse e identificarse como tal, puesto que era el único que faltaba por recibir nota. Lo cierto es que no identificó el examen y al final de la página colocó: “EL KORNE NO SUPO LAS PREGUNTAS”, y el profesor le colocó: “EL KORNE TIENE 01.

EL KORNE FAKIR
Cada vez que había algún acto cultural no faltaba “El Korne” con sus pericias mágica, pues también hacía de FAKIR: comía hojillas, bombillos y se acostaba sobre pedazos de botellas quebradas, sin sufrir una sola herida, mientras la compañera Ligia García se le montaba en el torso. Ese truco de comer hojillas lo aprendieron Juan Mujica y la misma Ligia. Yo apuesto que de seguir en ese trajín ahorita no pasaría hambre, pues son muchos los bombillos desechados que se consiguen. Practicaba también la imitación de voces, remedando a la perfección la voz aguda y chillona de Rómulo Betancourt, haciéndose llamar “Romuloco”.

EL KORNE POETA
Muchas veces demostró tener vocación literaria natural, específicamente una destreza para escribir relatos. Una vez la profesora de castellano y Literatura María Isabel Balaguer dejó una tarea de composición literaria y la de él fue la mejor con un relato llamado ¡Ahí viene el toro, don Olega!, refiriéndose al abuelo de un amigo cercano (Aurelio Aguilar) a quien lo revolcó un toro en la manga por porfiado. También era aficionado a escribir versos octosílabos, entre tantos, uno titulado “El corrío del churro muerto”, en la ocasión en que en una de las aulas amaneció un rabipelado guindado por la nuca, con un letrero. Y de vez en cuando recitaba un poema del cual recuerdo estos versos:


“Arriba, caballo bayo,
sácame de este maizal,
que por aquí se divisa
la gente de mi rival.

Recuerda, llevas montado
jinete de mucha suerte
que no le teme a las balas
mucho menos a la muerte.

Martín se hallaba en amores
con una hembra casada
y lo entregaron sin pena,
las mujeres despechadas”.

EL KORNE MILITAR
Al graduarse de bachiller nuestro amigo tuvo una magnífica oportunidad de superación, que de aprovecharla, hoy fuese General Retirado. En el año 1976 el Presidente Carlos Andrés Pérez, a través del estamento militar. Recomendó que le dieran oportunidades a algunos bachilleres para ingresar a las FAN como “subtenientes de reserva”. Aquellos estudiarían tres años hasta obtener el grado de teniente. Pero nuestro Korne aprovecho ese tiempo para la “Dolce vita”. Llegaba a Guanarito en un convoy con algunos soldados. Estos se quedaban en el camión mientras él bebía plácidamente cervezas en el bar “Guaicaipuro”, ignorando tal vez que le tenían un seguimiento, y por esa razón le dieron baja.
En una ocasión vi un capítulo de la telenovela “Por estas calles” de Ibsen Martínez y me recordé de mi amigo por la máxima (frase) que salía en un muro al final de cada capítulo. Aquella decía:


Mi padre con cinco estrellas
no pudo ser General,
y yo, con estrella y media
hago la tierra temblar.


Después –si no me equivoco- mi amigo fue inspector de tránsito, de donde creo que salió jubilado, y actualmente labora en el departamento de vigilancia de la empresa COPOSA de Acarigua, desde hace años.
YORMAN TOVAR (Cronista Popular de Guanarito)

1 comentario:

  1. En un 21 de enero amaneció un churro guindado, por la forma en que el estaba dicen y que fue matado, y también el cantinero y que amaneció robado dos paquetes de galletas en en el pasillo han dejado y una Pepsi Cola grande por que no se la habían tomado, yo no digo quienes fueron por no verme complicado

    EL KORNE

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