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"La historia está presente y nos rodea en todas las horas, porque no es otra cosa que la vida” Arturo Uslar Pietri

viernes, 15 de febrero de 2019

TROVAS DE TRAVESÍAS JOEL HERNÁNDEZ: UN AUTÉNTICO CANTOR.


TROVAS DE TRAVESÍAS

JOEL HERNÁNDEZ: UN AUTÉNTICO CANTOR.

Decía el famoso cantante, compositor poeta y guitarrista argentino Palo Pandolfo en una entrevista periodística: “Hice toda una canción que salió entera sin pensar. Abrí la voz con la armonía, melodía, tres estrofas, el estribillo y puente, que salió de primera voz. Cuando puse play me di cuenta de que hice una cosa tan emocionante que me puse a llorar. Porque estaba diciendo en oficio de cantor cosas que nunca iba a decir. Como el amor viene y va, la piel cambia de color…es una confesión íntima que se me escapó en el inconsciente. Ante esa revelación fue que me dije: Hay que componer así”.
Cuando Pandolfo dice: “porque estaba diciendo en oficio de cantor”, está puntualizando las habilidades propias de un cantor: voz con armonía, estrofas que brotan de la inspiración (la musa) y sentir la emoción espiritual y el buen gusto por lo que se hace en ese instante de creación.

Al respecto afirma Raúl Flores (bailarín, escenógrafo y coreógrafo mejicano): “Tengo muy presente que en mi infancia, durante la década de los 1980s, se utilizaba mucho el término “cantor” o “cantora” para definir a algunos cantantes. Si buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), encontraremos que CANTOR es una persona que canta principalmente por oficio. Para dar un ejemplo, podríamos decir que un cantor es un juglar que se gana la vida cantando historias. Pero si nos referimos a que los cantores son por oficio, entonces podemos decir que ellos son los que nacieron cantando; esas personas cuyo canto fue forjado por sus vivencias y en ella se ve reflejada su humanidad”.

Y para complementar su idea, el citado artista mejicano considera cantores en toda la extensión de la palabra a Pedro Vargas, Lola Beltrán y Amparo Ochoa -entre otros- ; y establece la diferencia entre cantor y cantante, definiendo a este último como “persona que canta por profesión”, pues considera que es una “voz fue formada por la experiencia”, pues “adquiere sus dones a través del estudio de la técnica vocal. Esto hace que la voz de un cantante sea más llena, compleja y alcance tonos que a lo mejor un cantor no logrará en su vida”.

En referencia a los conceptos de Pandolfo podríamos deducir que no todo CANTOR es CANTANTE y viceversa, sin embargo, hay CANTORES que aprenden, no solamente a perfeccionar sus composiciones poético-musicales, sino también sus condiciones vocalísticas y a afinar su oído musical para dar por entero lo mejor de sí.

Tal es el caso de JOEL HERNÁNDEZ PÉREZ, nacido en Araure Portuguesa el 15 de febrero de 1947. Abogado, músico, poeta y compositor que comenzó dando rienda a su afición artística en 1969, cuando ensayó su primera experiencia grabando un contrapunteo con el N° 1 de aquella época: Ángel Custodio Loyola. Más tarde prepara un manojo de pasajes para hacer su primer disco de Larga Duración, pero por compromisos laborales propios del Derecho y la política, termina grabando Cheo Hernández Prisco.

En el año 2004 cuando comencé a preparar mi Trabajo de Grado de Magister Scietiarum en Literatura Venezolana (UCV) y lo seleccioné como mi objeto de estudios, en una entrevista estructurada afirmó: “yo compongo letra y musicalizo al mismo tiempo. Esas dos actividades son simultáneas para mí”. La aserción de Joel es similar a la de Pandolfo cuando certifica: “abrí la voz con la armonía, melodía, tres estrofas, el estribillo y puente, que salió de primera voz”. De manera que al referirnos a Joel Hernández, describimos al auténtico cantor.

A finales de la década de los 70 aparece una doble revelación: Joel Hernández, quien ya ha madurado su estilo de componer poesía musical llanera, y Freddy Salcedo, la portentosa voz y elegante estilo interpretativo. Con la aparición de sus canciones –como afirma Guillermo Jiménez Leal: “Joel Hernández le da un nuevo matiz a la música llanera, porque nos presenta un esquema distinto al del pasaje tradicional”. Claro, la misma temática nativista, pero con un sentido didáctico, pedagógico que hablan de la intención del autor. En la voz de “Su Majestad El Llano” (según Joel, su mejor intérprete) vamos a escuchar “La Fundadora” (homenaje a la raíz materna de la producción bovina de un hato ganadero. Una reverencia a tan noble animal que, según la conseja, no debe ser sacrificada, sino dejarla que muera de vieja, “que se la trague la sabana”. También “Viejo soguero”, una referencia al oficio del llanero artesano que fabrica las sogas del cuero de los animales cogidos en faenas de vaquería; y esto no es más que una mera excusa para exaltar el afecto fraternal del llanero por su caballo.

En 1982 la popularidad de Joel se extiende por Venezuela, Colombia y países como México, donde la vaca y el caballo son símbolos genuinos de la canción. Es cuando el insigne araureño se ve obligado a demostrar sus dotes de CANTOR y graba, con el mismo conjunto del maestro Ramón Coromoto Martínez con que había grabado Freddy Salcedo, casi el mismo repertorio. Al oír ese Long Play con “La Fundadora”, “Viejo soguero”, “El bongo”, “El palmar”, “Corral”, “Sombrero”, “La cobija” y otras.

El oyente común, a través de los programas radiales de música llanera opinaba que era imposible que Joel superara a Freddy. Eso lo sabíamos, pues el autor no lo hizo con fines de lucro ni de promociones espectaculares, sino con el objeto de dejar un testimonio de su sentimiento ceador. Pero los oyentes analíticos comenzamos a valorar que la diferencia estaba en que Freddy Salcedo es un verdadero cantante: tenor, dueño de una voz incomparable, incólume, además de ser voz natural, se notaba su escolaridad artística. En cambio Hernández demostraba a través de sentimiento e inspiración, e imprimiendo con mayor énfasis la sugerencia de DIÁLOGO que reflejan “La Fundadora” (conversando con el “Viejo Melecio” y “Viejo soguero” con el picador de sogas).

Hace dos años, en el marco de la celebración de sus 70 años en Acarigua, presentó un Disco Compacto con muchas de sus viejas canciones y otras de más reciente creación, acompañado del TRÍO KRISTAL de Boconó-Trujillo; una perfecta combinación de su voz, ya bien timbrada y con el característico falsete natural, al compás de tres guitarras y un bongó, una innovación que nos permitió percibir la perseverancia de este abogado-cantor por preservar las tradiciones y la cultura del llano, un resultado de sus investigaciones sistemáticas de lo que conocemos con el nombre de LLANERIDAD. Creo que no me equivoque cuando decidí titular mi Trabajo de Grado (libro aún inédito) “Vigencia de costumbres y tradiciones del Llano Venezolano en la Poesía Musical de Joel Hernández”.

Cómo olvidar aquella tarde en que me correspondió defender mi Trabajo de Grado en un aula del Post Grado de la Facultad de Humanidades de la UCV (Los Chaguaramos). Entramos todos a la presentación. El Jurado (incluyendo a mi tutora profesora María Del Rosario Jiménez) ignoraba que aquel hombre delgado, de sombrero y bigote cano, con un estuche en la mano era el objeto de estudio. Una vez que me dieron el veredicto, les pedí permiso para presentarlo, y Joel, con la humildad y serenidad que lo caracterizan, hizo un pequeño recital explicativo de su obra. Todos quedaron satisfechos con mi exposición, pero encantados y sorprendidos con la faena poético-musical de este Cantautor portugueseño.

Después de ese año 2007, hemos actuado en varios recitales, previamente programados, él conversando y cantando sus creaciones y yo, dando muestras –en mi condición de declamador- de la poesía tradicional de Venezuela, con poemas de autores como Germán Fleitas Beroes, Ernesto Luis Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Manuel Graterol Santander, Arjuna Castro Castillo, Luis Bazán García y los míos propios. Creo que próximamente vamos a coincidir en un evento que se realizará en Arauca-Colombia.

Todo lo expuesto anteriormente no fue más que una excusa para desear felicidades a este baluarte CANTOR AUTÉNTICO del llano venezolano, hoy cuando arriba a sus 72 años. ¡Felicidades, Viejo Soguero!
Yorman Tovar 

Nota: La foto de Joel adolescente es de la colección de Maritza Hernández Pérez; la de Joel a caballo es de Rafael “Pepe” Roldán y de la otra desconozco la autoría, por lo que ofrezco disculpas.





Fuente: Wilfredo Bolivar

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