Fue electo Miembro Correspondiente por el Estado Cojedes, Puesto # 34, en la Academia Nacional de Medicina en 1905. Nace en El Tocuyo, Estado Lara el 19 de septiembre de 1858. Hijo de Rafael Alvarado y Gracia Marchena. Recibe de niño la primera y más decisiva influencia de su vida, el contacto con los clásicos y el conocimiento del latín en el Colegio La Concordia de El Tocuyo, obtiene el título de bachiller en Filosofía y colabora en el periódico impreso de esa ciudad, “El Aura Juvenil”. En 1878, se traslada a Caracas para cursar estudios de Medicina. En la Universidad encuentra a Adolfo Ernst, profesor alemán en Botánica y Zoología, divulgador de la Escuela Experimental y Rafael Villavicencio, Profesor de la Escuela Positivista de Comte. Cursó Derecho Romano y Canónico, Mineralogía, Cálculo Superior y Medicina. Simultáneamente ejerce sobre él un gran magisterio moral e intelectual el sabio, erudito y neoclásico Cecilio Acosta, y a través de él conoce al poeta cubano José Martí. Con otros asiste a la Sociedad “Amigos del Saber”. El 17 de junio de 1884 obtiene el título de bachiller en ciencias médicas, su tesis “Indicaciones y contraindicaciones de la punción de los quistes hidatídicos del hígado”, “Tumores fibrosos del útero: patogenia, diagnóstico y tratamiento”. El mismo año en agosto se gradúa de doctor en Ciencias Médicas con la tesis: “La Termometría es uno de la patología. Diagnóstico de la hernia inguinal”. Ejerció de manera trashumante, en multitud de ciudades y pueblos de los llanos de Venezuela, además de otros sitios del territorio de la nación. Lo que le permitió conocer los paisajes, la vegetación, la fauna, las costumbres y tradiciones populares, la manera de hablar de la gente, incluyendo a los pueblos indígenas que iba conociendo y cuya lengua estudió. De dichos viajes tomaba notas de cuanto observaba, lo que constituiría la materia prima de sus obras. Vivió en Guanare, el Tinaco 14 donde combatió la epidemia del 88. En 1890 se le designó Cónsul en Southampton, Inglaterra donde renuncia al poco tiempo y regresa al país. En 1991 es enviado de nuevo a Europa donde asiste al Congreso de Higiene y Demografía. Publica en El Cojo Ilustrado, “Armiño y Dorotea”, y para esa época redacta los estudios sobre “Las neurosis sobre hombres celebres de Venezuela” (1983). En 1900 publica sus “Observaciones sobre la revolución de1810 en Venezuela”. Es más conocido en la cultura patria como poeta, ensayista, latinista, sociólogo, historiador, indigenista y antropólogo que como médico, que ejerció hasta 1919 cuando fija su residencia en Caracas y al hacer su vida sedentaria desiste de ella. Desde el punto de vista médico su producción es menor que la de su haber literario, no obstante, dejó valiosos estudios sobre el beriberi, fiebre amarilla, enteropatías periódicas, bronquitis epidémicas y fiebre hematúrica. Autor de: Ideas sobre la evolución del español en Venezuela, Glosario de voces indígenas de Venezuela, Glosario del bajo español en Venezuela, Alteraciones fonéticas del español en Venezuela. En 1922 de la Academia Nacional de la Lengua y en 1923 se incorpora a la Real Academia Nacional de la Historia como Individuo de Número con el discurso «Movimiento igualitario en Venezuela. Realizó la versión española del tratado de “Rerum Natura” de Lucrecio e inició la traducción del “Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente de Humboldt”. En 1925 sufre un ataque de hemiplejía, después de recuperarse, publica el libro de Henri Pittier “Manual de las plantas usuales de Venezuela”. Fue masón en grado 30 y murió en Valencia el 10 de abril de 1929. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde 1980. Fue el más hipocrático de los “evadidos”, positivista y libre pensador, en suma uno de los más insignes valores como hombre de ciencia y de letras de Venezuela. La Universidad CentroOccidental de Venezuela lleva su nombre. Dedicación: Medicina General
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