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"La historia está presente y nos rodea en todas las horas, porque no es otra cosa que la vida” Arturo Uslar Pietri

jueves, 18 de abril de 2019

Nuestra Señora de la Corteza de Acarigua

FASTOS RELIGIOSOS


Hermano Nectario María Pralon.


Nuestra Señora de la Corteza de Acarigua.

A principios del siglo XVIII los milagros que se alcanzaban de Dios por mediación de la Santísima Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto, llenaban de su fama todo el territorio inmenso de Venezuela. 

De todas las partes de la provincia acudían a Guanare devotos peregrinos rihutar a la Virgen Santísima Venezolana, sus filiales homenajes, pedirle sus favores o darle gracias por un señalado beneficio recibido de su liberalidad.

La fiesta del 2 de febrero, la más solemne y concurrida, atraía gran concurso de gente por la circunstancia de hallarse en esta época del año los caminos expeditos y los ríos secos. 

Sucedió que en el año de 1702, una mujer de la jurisdicción de San CarIos, llamada Margarita La Perla, mulata piadosa y de buenas costumbres, fue con un hijo suyo a las solemnes fiestas de Nuestra Señora de Coromoto, que se celebraban el día de la Presentación, pagando, según dice el presbítero Félix Martínez, una promesa ofrecida a la Santísima Virgen de Coromoto por haberle sanado de una enfermedad al hijo que la acompañaba,

Margarita estuvo en Guanare algunos días, asistiendo con devoción a los oficios religiosos y orando largo tiempo delante de la imagen de Nuestra de Coromoto, expuesta a la veneración pública en su sagrario de plata, la cual por hallarse elevada no podía verse claramente, así es que no pudo satisfacer el vehementísimo deseo que tenía de contemplar la imagen milagrosa.

Entristecida por no ver cumplido este vivo deseo, emprendió el regreso para su pueblo.

Bajo los ardientes rayos de un sol abrasador, madre e hijo regresaban cansados. 

Al llegar a la entrada de una montañita, situada a las orillas de una pequeña corriente, conocida ahora por el nombre de "Quebrada de la Virgen", los dos viajeros hicieron alto para descansar a la sombra de majestuoso y tupido tacamahaco. 

Margarita La Perla ató el mulo al árbol y colgó su hamaca para reposar. Al cabo de un rato de solaz y probablemente al principiar el rezo del Santisino el niño advirtió que el animal se movía y parecía espantado, noto al mismo tiempo que la causa estaba en un punto de la corteza del árbol, del cual irradiaban rayos de vivísima luz. La madre prevenida por du hijo estaba presenciando este repentino e inesperado fenómeno. 

Acercasen los dos y observan con admiración y júbilo o que dicha luz provenía de una diminuta imagen grabada de relieve en la misma corteza del tacamahaco y representando a la Virgen  sosteniendo al Niño en las manos. 
Nuestra Señora de la Corteza de Acarigua
La Virgen santísima bajo la advocación de la Nuestra Señora de la corteza,
recibía un culto extraordinario del católico pueblo de Acarigua
Con un cuchillo, Margarita cortó con sumo cuidado la maravillosa corteza hasta desprenderla completamente del tronco; la envolvió cuidadosamente en un paño y la colocó en una de las petacas que llevaba*

Nuestros viajeros iban ya a proseguir su camino cuando de repente el macho emprendió la carrera, abandonando a sus amos, quienes, afligidos por la inesperada fuga de su cabalgadura, andaron a pie el largo trayecto que separa aquel sitio de Acarigua. 

El animal no paró hasta llegar al pórtico de la iglesia, en donde advirtió su llegada Fray Miguel Placencia, religioso Capuchino encargado del cuidado espiritual de aquel pueblo. Viendo que nadie reclamaba el animal, encargó a un muchacho averiguara su procedencia y al fin supo que pertenecía a una mujer que acababa de llegar y estaba en la "Casa Real", la cual prevenida, fue inmediatamente en busca de su bestia. 

El Obispo Martí y el escritor Depóns dicen que la mujer sacó la Imagen de la Corteza, la colocó en un rincón y le encendió unas luces, acto que llamó la atención al Capuchino quien se acercó a considerarla, pero el Presbítero Félix Martínez refiere este hecho de la siguiente manera: 

"El mulo, echado en tierra, no quiso moverse por más que lo golpearan. Preguntó el Capuchino a la mujer si este animal llevaba algo muy pesado y quiso al mismo tiempo satisfacer su curiosidad mandando abrir las petacas. La mujer contestó que tan sólo llevaba la ropa y demás enseres necesarios para el viaje y también... una concha que le parecía encerrar un misterio". 

Fray Miguel, al examinar notó con sorpresa que en ella estaba bien delineada y grabada la efigie de la Santísima Virgen, pero como no te pertenecía volvió a acomodarla en la petaca. El animal por segunda vez volvió a echarse y de consiguiente recibió nuevos golpes sin que por ellos se moviera. 

Pensando entonces Fray Miguel que tal vez la voluntad de Dios sería que la Imagen quedase en la Iglesia de Acarigua, comunicó su pensamiento a Margarita, pero ésta no quiso desprenderse de la concha maravillosa. 

Como el Capuchino insistiera y le ofreciera en cambio un relicario y dos estampas, una de la Virgen del Rosario y otra de la Inmaculada Concepción, con estas condiciones la mujer aceptó la permuta. 

El Capuchino colocó la Imagen en la Iglesia y desde esta fecha la población de Acarigua no ha cesado de venerar a la Santísima Virgen, bajo la particular advocación de Nuestra Señora de la CORTEZA
Custodia de Nuestra Señora de la Corteza
 de Acarigua que manos sacrilegas robaron
 segun foto que personalmente sacamos

La autoridad eclesiástica, después de una averiguación jurídica que hizo en 1757 autorizó el culto con el cual se honraba a esta Imagen y aprobó la nueva advocación de Nuestra Señora de la CORTEZA con la cual se la designaba comúnmente. 

Todos los años la llevaban al lugar en donde había aparecido, con acompañamiento de innumerables personas venidas de distintos lugares. 

Desgraciadamente manos sacrílegas robaron la "Custodia-Relicario", y la Imagencita desapareció sin que nadie supiera su paradero. 

Gracias a una extraordinaria actuación del eminente Doctor Francisco Cortés, una reproducción perfecta fue providencialmente ejecutada en Cúcuta de Colombia y ha sido colocada en la Iglesia de Acarigua en el mismo altar que ocupó la Original. 

Allí ante su retablo, los fieles vienen a honrar a la Madre de Dios en su ya trisecular advocación de NUESTRA SEÑORA DE LA CORTEZA.



Iglesia de Acarigua.
Relicario donde se encuentra ahora la Imagen de
Nuestra Señora de la Corteza, reproducción perfecta del original.
(Foto del Doctor Francisco Cortes)

* Por ciertos datos que hemos visto, suponemos que fue el 11 de febrero de 1702, el día en que Margarita La Perla, halló la Imagen de Nuestra Señora da la Corteza. 

Referencia


María Pralon, Hermano Nectario.1983. Historia del Estado Portuguesa Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas. Venezuela 1983. pp 98-101.



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