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"La historia está presente y nos rodea en todas las horas, porque no es otra cosa que la vida” Arturo Uslar Pietri

miércoles, 24 de abril de 2019

Dr. Pedro Rodríguez Ortiz

Dr. Pedro Rodríguez Ortiz 
Nace en Guanare, el 29 de junio de 1895, estudia bachillerato en el Colegio San Luis Gonzaga y obtiene el doctorado en la UCV.

Pertenece a la luminosa promoción del año 20, integrada a científicos de la talla de Martín Vegas, José Ignacio Baldó, Pedro del Corral, Pedro González Rincones, Pedro Blanco Gásperi, Pedro Gutiérrez Alfaro, Bernardo Gómez, Julio García Alvarez y algún otro escapado de mi memoria.

Era Pedro de esos hombres campechanos e insinuantes, amigo de la farra y dispuesto siempre a prestar sus servicios sin interés monetario.

Ejerció en su ciudad natal con éxitos sin precedentes, en el campo de la cirugía y cuando se sintió con la suficiente experiencia se radicó en Barquisimeto, donde adquirió prestigio y numerosa clientela; cuando empezaba a madurar en su profesión, se le ocurre incursionar en la política como senador y presidente del Estado Portuguesa y al caer el régimen es encarcelado y perseguido, y al salir en libertad se refugia en su hato El Caimán, para dedicarse al trabajo y a la literatura.

Es poeta nativista, recoge la esencia misteriosa de las leyendas llaneras para volverlas coplas o poemas de profundos sentimientos. Su elegía a su hermano muerto constituye una pieza de antología, Yo soy Llanero y A mi Caballo, baladas de ambiente criollo de hondos sentimientos.

Desposó a Lirio Cirimele, belleza clásica, lánguida criatura, llena de virtudes, después de ofrendarle numerosos hijos, es víctima del vuelo rasante de un avión siniestrado para volar al cielo de los justos; desde aquella tragedia el doctor Rodríguez, se consagra a venerar su memoria con los cánticos líricos salidos de lo más exquisito de su inspiración poética.

Particularmentee para mí, este nombre me recuerda episodios juveniles de inmensa satisfacción. En mis tiempos de internado en el Colegio La Salle, de Barquisimeto, fue mi representante generoso y afectivo. Cuando terminé el bachillerato, festejó el acontecimiento como si hubiera sido un hijo suyo.

Muere a los 85 años y entre sus hijos se encuentra un médico, que ha seguido sus huellas, un agrónomo, un ganadero y una dama heredera de las virtudes de su madre.


Esta resumida semblanza, además de cumplir el objetivo de ocupar la obligación de honrar la memoria de los egregios representativos de mi tierra, en este caso, conlleva el más acendrado afecto por este personaje.

Referencia


Quintero García, Pedro 1991. Guanaguanare. Biblioteca de temas y autores portugueseños. Ediciones del Congreso de la República. pp 464-466.


Rodríguez Falcón, Carlos. Homenaje póstumo a mi padre Dr. Pedro Rodríguez Ortiz. Rincón de Pedro Rodríguez Ortiz
https://pedrorodriguezortiz.wordpress.com/homenaje-postumo-a-mi-padre-dr-pedro-rodriguez-ortiz/

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